Siempre encontré en los viajes una fuente inagotable de inspiración. Conocer nuevas personas, descubrir culturas distintas y observar los pequeños detalles de cada lugar me permite ver el mundo con otros ojos. Cada conversación, cada color, cada textura queda guardada en mi memoria como un registro que después se transforma en ideas. Viajar no solo me hace crecer como persona, también me enriquece como diseñador: me da perspectivas frescas, recursos visuales únicos y una mirada más amplia para crear proyectos que conecten con diferentes realidades.




